Análisis y síntesis elaborados por el staff médico de Circle Press a partir de la conferencia de la Dra. Flor Muñoz, en el marco del XVIII Congreso Latinoamericano de Infectología Pediátrica (SLIPE 2019), realizado en Cartagena de Indias, Colombia.
Uso racional de la vacunación contra influenza en pediatría
Dra. Flor Muñoz
Baylor College of Medicine, Houston, Texas, EE.UU.
Cien años después de la pandemia de 1918, seguimos teniendo desafíos en cuanto a la prevención y al tratamiento de la influenza. Existen limitaciones en qué tipos de vacunas utilizar y su efectividad por los cambios en los virus. Según datos de la OMS, la influenza causa entre 290.000 y 650.000 muertes cada año en el mundo y es la principal causa de muerte por una enfermedad inmunoprevenible en EE.UU.1 Durante la temporada 2018- 2019, el CDC de EE.UU. reportó 38 millones de casos, 550.000 hospitalizaciones y más de 50.000 muertes (ver Cuadro 1).
En marzo 2019 la OMS lanzó la Estrategia Global de la Influenza, cuyos objetivos para los años 2019- 2030 son: reducir el impacto de la influenza estacional, controlar el riesgo de la influenza zoonótica y mitigar el impacto de una pandemia.
Durante la estación de influenza, los niños tienen la tasa de infección más alta (10%-40%), tienen un papel importante en la transmisión de la enfermedad, mayor riesgo de hospitalización en los menores de 5 años y alto riesgo de mortalidad2. La presentación clínica puede diferir de la de los adultos, a veces presentan solo fiebre o dolor abdominal y diarrea. El 50% de las hospitalizaciones ocurren en niños previamente sanos. Las complicaciones incluyen neumonía primaria por influenza, miositis, miocarditis, encefalopatías, infecciones bacterianas secundarias por estafilococo aureus, neumococo y estreptococo grupo A. Las muertes son causadas tanto por los virus de influenza A (60%) como los B (38%). En la temporada 2018-2019 fallecieron 126 niños por influenza en EE.UU., e históricamente el 85% de los que mueren no habían sido vacunados. La estrategia de vacunación en EE.UU. es vacunar a toda la población a partir de los 6 meses de edad. Otros países recomiendan la vacunación de los grupos de riesgo: los niños menores de 5 años, los mayores de 65 años, las embarazadas, el personal de la salud, las personas con enfermedad de base o factores de riesgo y los convivientes de niños y personas de riesgo.
Las vacunas que se usarán en pediatría a partir de la temporada 2019-2020 en EE.UU. son las cuadrivalentes inactivadas (IIV4) o vivo-atenuadas (LAIV4). La vacuna IIV4 se cultiva en huevo embrionado (hay dos presentaciones de 0.25 o 0.5 mL DU o MD, para usar a partir de los 6 meses, se puede usar 0.5 mL entre los 6 y 36 meses) o en cultivo celular (0.5 mL DU o MD, a partir de los 2 años). La vacuna LAIV4 se cultiva en huevo embrionado (dosis 0.2 mL DU) y se administra a partir de los 2 años. No hay preferencia por el tipo de vacuna o la dosis a utilizar. El número de dosis depende de la edad y de las dosis anteriores. Los niños menores de 8 años que no fueron vacunados o que recibieron solamente una dosis anterior, deben ser vacunados con un esquema de dos dosis separadas por al menos 4 semanas.
La composición de las vacunas varía año a año dado que los virus tienen cambios genéticos que afectan a la respuesta inmune. Los sistemas de vigilancia centinela en el mundo detectan cuáles son los virus que predominan en las diferentes regiones por temporada. En América, el virus B representa alrededor del 35% de los virus circulantes (ver Cuadro 2).
En EE.UU. la efectividad de las vacunas es alrededor del 40% a 50% y los factores que la afectan son la concordancia entre los virus de la vacuna y los circulantes, el estado de salud y la edad de las personas, y el momento de la vacunación en relación al inicio de la temporada de influenza, entre otros (ver Cuadro 3). En pediatría es importante mencionar que la vacunación previene la enfermedad severa. Reduce en 78%-82% las internaciones en las unidades de cuidados intensivos, y previene las muertes (65% de efectividad)3.
Referencias:
1. Iuliano D et al. Estimates of global seasonal influenza-associated respiratory mortality: a modelling
study. Lancet 2017; 391:1285-1300.
2. Weycker D et al. Population-wide benefits of routine vaccination of children against influenza. Vaccine.
2005;23(10):1284-93.
3. Flannery B et al. Influenza vaccine effectiveness against pediatric deaths: 2010-2014. Pediatrics.
2017; 139: e20164244
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