Análisis y síntesis elaborados por el staff médico de Circle Press a partir de la conferencia de la Dr. Juan Pablo Torres Torretti, en el marco del XVIII Congreso Latinoamericano de Infectología Pediátrica (SLIPE 2019), realizado en Cartagena de Indias, Colombia.
Racional para el cambio en el calendario de vacunas en Chile
Dr. Juan Pablo Torres Torretti
Hospital Luis Calvo Mackenna, Universidad de Chile, Santiago de Chile, Chile.
Las infecciones por Bordetella pertussis aumentaron a lo largo de la última década en la región de las Américas, a pesar del uso de vacunas tanto celulares o completas como acelulares en los calendarios nacionales, observándose picos de incidencia en los años 2012 y 2015. En Chile, en el 2017, la mayor tasa de notificación de casos de coqueluche fue en los menores de 1 año (157/100.000 habitantes) y la mayor mortalidad en los lactantes pequeños menores de 2 meses (ver Cuadro 1).
Para prevenir las enfermedades es fundamental mantener altas coberturas de vacunación, tanto en los esquemas primarios como en los refuerzos. En Chile, en relación a las vacunas contra polio, en 2017 se alcanzaron coberturas mayores al 92% para las tres dosis primarias, pero disminuyó al 85% para el refuerzo a los 18 meses.
La estrategia de vacunación contra pertussis tuvo varias modificaciones a lo largo del tiempo. La primera vacuna a células enteras (DTPw) se introdujo en 1975, con un esquema a los 2, 4, 6 meses, y refuerzos a los 18 meses y a los 4 años. En el año 2012, a raíz de un brote de la enfermedad, se inició la estrategia capullo, vacunando a la madre y a los convivientes de los recién nacidos, además se quitó el refuerzo de los 4 años y se incorporó la vacuna acelular (DTPa) a la edad de 6 años. Al año siguiente, se agregó un refuerzo de DTPa en los adolescentes (14 años) para disminuir la transmisión. Finalmente, en el año 2017, debido a la dificultad para implementar la estrategia capullo, se introdujo la vacunación en las mujeres embarazadas, a las 28 semanas de gestación. Además de los prematuros y los menores de 6 meses, hay otros grupos con mayor riesgo de padecer infecciones graves por pertussis, como los niños con trastornos neurológicos, enfermedades genéticas y los de raza hispana.
En el año 2017, se observó un aumento en los ESAVI relacionados con la vacuna pentavalente celular (DTPw-HB-Hib) del Instituto Serológico de la India, con mayor reporte de apneas, en particular en los prematuros (incremento del 400%). Por este motivo, el Ministerio de Salud incorporó la vacuna hexavalente (DTPa-IPV-HB-Hib) (dosis primarias y el refuerzo a los 18 meses) para todos los recién nacidos prematuros. La evidencia muestra que son vacunas seguras en esta población1.
En cuanto a polio, en línea con la Estrategia Global de Erradicación de la Polio y la suspensión del uso de OPV trivalente, en el año 2016 se incorporó la vacuna IPV más pentavalente para la primera dosis del esquema del Calendario Nacional, y OPV bivalente más pentavalente en las dosis restantes. En febrero del 2018, se modificó el esquema a vacuna hexavalente para la primera y segunda dosis y finalmente, en enero del 2019, se introdujo la vacuna hexavalente en las 4 dosis.
Las vacunas hexavalentes ofrecen múltiples ventajas: mejoran las coberturas, reducen el número de inyecciones y de visitas al sistema de salud, disminuyen los errores programáticos y los costos. Además, las vacunas acelulares son menos reactogénicas que las de células enteras2,3. Un estudio fármaco-económico realizado en Chile sobre el uso de la vacuna hexavalente mostró que minimizaba costos comparado a las vacunas a células enteras4.
Referencias:
1. Carbone T et al. Absence of an increase in cardiorespiratory events after diphtheria-tetanus-acellular pertussis immunization in preterm infants:
a randomized, multicenter study. Pediatrics. 2008;121(5):e1085-90.
2. Decker MD et al. Comparison of 13 acellular pertussis vaccines: adverse reactions. Pediatrics. 1995;96(3 Pt 2):557-66.
3. Patterson J et al. Comparison of adverse events following immunisation with acellular and whole-cell pertussis vaccines: A systematic review. Vaccine. 2018;36(40):6007-6016.
4. Olivera I et al. En prensa
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